Mejillones tigres mansos

Como os dije en la entrada anterior, una semana después del cumpleaños de mi madre llega el mío. Este año, como es habitual, hice una comidita a base de picoteo con mis niñas; aunque este año con una niña más(aunque ella este año más que comer todavía mama).


Disfruto muchíiiiisimo, pensando y cocinando cosas ricas y un poco diferentes para mis amigas y todavía disfruto más viendo como se las comen. El menú de este cumpleaños fue:

• Tigres mansos
• Hojaldres de gambas y crema de puerro
• Langostinos crujientes con salsa de yogur
• Muffins de zanahoria y chorizo;seguí la receta de Mi Dulce Tentación. Quedan realmente deliciosos.
• Nuggets de pollo con pipas de girasol
• Ensalada rica-rica
• Tarta de Coca-Cola y chocolate con fresas

Os iré poniendo las recetitas cada una en una entrada diferente, para que no sea tan lioso.

Vamos con los tigres: los llamo tigres mansos porque no llevan picante, ¡¡no me gusta nada!!. Son una versión de los Tigres Topa D'Entro de Sandeea de La Receta de la Felicidad, una variante muuuuuuuuy rica y muchísimo más cómoda de los Tigres de toda la vida; ¿no os da rabia y hasta grimilla cuando encontraros con la cáscara del mejillón cuando disfrutáis unos tigres? Pues estas conchas de masa son la solución, en mi caso, para hacerlas más reales les puse tinta de calamar, pero se puede prescindir de ella.


Vamos allá:


MASA PARA LAS CONCHAS

 Necesitas:

• 250 gr de harina de fuerza
• 4 gr de levadura seca de panadero (8 de levadura fresca)
• 25 ml de aceite de oliva de sabor suave
• 160 ml de agua templadita (si está fría no levará y si está demasiado caliente matará la levadura)
• 4 gr de sal
• 4 tintas de calamar (opcional, si las utilizas ve añadiendo poco a poco hasta que des con el color que deseas. En este caso yo utilicé las 4)
• Las conchas de los mejillones(intenta limpiarlas lo máximo posible, cuanto más lisas más fácil retirar la masa)

Manos a la obra:

Pon la harina en un bol haciendo un volcán, en el centro colocar la levadura (hecha miguitas si es fresca).

Agregar el agua y el aceite, y la sal por la parte exterior del volcán, para que no mate la levadura (es una blandita la levadura, ¡¡eh!!). 


Empieza a amasar, primero va bien ayudarse con una espátula o una cuchara. Mezcla hasta conseguir que esté manejable y pásala a la superficie de trabajo, donde la amasarás hasta tener una masa lisa y homogénea.


Cúbrela con un paño de cocina y déjala reposar en un lugar calentito durante una media hora.(puedes aprovechar ese tiempo para ir haciendo la bechamel o engrasar las conchas de los mejillones)

Añade tinta de los calamares poquito a poco, hasta que tenga el tono que te apetezca tener. La tinta prácticamente no da nada de sabor, algo de olor pero tampoco demasiado.

Estira la masa con un rodillo, corta del tamaño de las conchas, fórralas POR FUERA con la masa y deja reposar unos 10 minutos mientras se precalienta el horno a 200º.


Deja que enfríe y retira la concha ayudándote de un cuchillito.




BECHAMEL DE MEJILLONES

Necesitas:

•  1/2 kilo de mejillones
• 1 vaso de vino blanco
• 1 cebolla grande
• 1/2 pimiento verde
• 1 puntita de pimentón dulce(o picante si quieres que los tigres sean salvajes)
• 3 cucharadas de tomate triturado o salsa de tomate casera (tomate frito sólo si no hay más remedio)
•  Leche
• Aceite
• Sal y pimienta
• 1 huevo
• Pan rallado (yo lo mezclé con queso pecorino rallado a razón de más o menos 3 partes de pan por 1 de queso) (Edito. En palabras de mi amigo Juan Carlos: "lo del queso pecorino queda muy bien para tigres italianos, q te parecería poner queso de oveja o manchego??". Pues ya sabéis; para unos tigres más españolitos; quesito de oveja, un manchego rico o cualquier otro queso curado)

Pon los mejillones y el vino blanco en una olla hasta que se abran por completo. Pasa el caldo por una gasa para eliminar los posibles restos de arenas y reserva.



Corta la cebolla y el pimiento en daditos y póchalos en un poquito de aceite.


Espolvorea el pimentón y tuéstalo unos segundos teniendo mucho cuidado de que no se queme. Echa la harina rehógala.

Moja con el caldo de los mejillones y un poquito de leche si es necesaria, hasta tener una bechamel espesita pero más ligera que para croquetas.


En este momento, si quieres puedes pasar por la batidora o el chino la bechamel para que no se noten la cebolla y el pimento. Vuelve a poner en la sartén o cazuela y agrega los mejillones cortados muy pequeñitos. Déjalo un par de minutos a fuego suave y pásalo a una fuente para que enfríe y endurezca. Para que no haga costra en la superficie, cúbrelo con un film de cocina que esté en contacto directo con la bechamel.

MONTAJE

Rellena las conchas con la bechamel y mételas a la nevera unas horas para que endurezca y sea más sencillo empanar.

Pasa por harina, huevo y pan rallado la parte de la bechamel y fríe por este lado en aceite bien caliente. Puedes bañar la parte de la concha echando un pelín de aceite sobre ella con una espátula o una cuchara mientras se fríen para que esté un poquito más crujiente.

Escurre y ¡a la mesa!